DICCIONARIO DE MITOS Y LEYENDAS

Creencias populares y santos milagrosos

 Bazán Frías

Bazán Frías

Cuenta la crónica policial que Andrés Bazán Frías, "el manco" era un delincuente perseguido por la policía y soldados del Escuadrón de Seguridad, y que cayó muerto, acribillado a balazos, en 1923, cuando intentaba escalar los muros del cementerio Oeste en la ciudad de San Miguel de Tucumán, tras haberse fugado de la cárcel unos meses antes.

Era hijo de don Félix Bazán, agente de policía jubilado que trabajaba como conductor de coche-plaza. Hasta los 20 años llevaba una vida honrada, trabajando como mozo de bar. En algún momento se transforma en una de estas figuras ambiguas: un delincuente encarcelado por los crímenes que cometió o una especie de héroe justiciero que robaba a los ricos para darle a los pobres y que éstos lo ayudaban para que la policía no lo hallara.

Estuvo detenido en la cárcel ubicada en la esquina de Avda. Sarmiento y 25 de mayo. Una noche junto con su compañero Martín Leiva, armados de revólveres se abrieron paso entre los guardas y así llegaron a la puerta. Bazán logró escapar matado al subteniente Juan Cuezzo de un balazo, pero Leiva fue atrapado.

Durante casi un año Bazán Frías imagina asaltar la cárcel y liberar a sus amigos. El 13 de enero de 1923, estaba escondido con otros dos hombres en una casucha cerca de la esquina de Mate de Luna y Alem, cuando sintieron los silbatos de la policía. Al ver que estaban rodeados Bazán Frías abrió violentamente la puerta y salió corriendo por el parque Avellaneda seguido de cerca por sus perseguidores a caballo. Corrió hasta el paredón del Cementerio del Oeste e intentó saltar al otro lado, pero le dispararon en el cuello. Según la leyenda, el alma del policía que había matado se le apareció del lado del cementerio en el momento que iba a saltar, por lo que la impresión le impidió cruzar la pared. Tenía 28 años.

Su padre lo veló en el Cementerio del Norte, alrededor del cadáver fue poniendo en el suelo una a una las velas. En los bolsillos se hallaron un crucifijo, medalla y escapulario (era devoto del Sagrado Corazón de Jesús) varias llaves ganzúas, 50 centavos, además de la orden de captura. Fue suficiente para crear el mito. Poco a poco su biografía fue cambiando, el "manco" fue un hombre bueno que se volvió perseguido por la "mala policía" de la época. Nadie recuerda sus crímenes y hasta su prontuario se quemó. Un día el jefe de policía Mario Alberto Mazza organizó una impresionante pira donde ardieron los prontuarios de notables delincuentes de esa época. El tiempo y el fuego purificó el ánima de Bazán y se transformó en el santo popular más importante de Tucumán.

Lugares de culto

Vista general de la tumba de Bazán Frías ubicada en el Cementerio Norte (Tucumán) donde los creyentes a rezar, pedir y agradecer
Vista general de la tumba de Bazán Frías ubicada en el Cementerio Norte (Tucumán)
donde los creyentes a rezar, pedir y agradecer.

Su tumba tiene un monolito en su cabecera con una cruz de hierro. Está cubierto de placas, flores, fotos de los promesantes, rosarios, cintitas, imágenes de santos, crucifijos.

 

Extraido del cdrom "ALMAS MILAGROSAS, SANTOS POPULARES Y OTRAS DEVOCIONES" por María de Hoyos y Laura Migale, Edición NAyA

 

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Última modificación de esta página 17-10-2020.

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